Todo
el mundo tiene pesadillas de vez en cuando. Una pesadilla es un sueño
que nos provoca una emoción muy fuerte normalmente de miedo, de
terror o de culpa. No tienen porque ser visiones o imágenes
terroríficas las que aparezcan en el sueño, es suficiente con que
la emoción que nos provoquen lo sea para nosotros. Hay pesadillas
que son compartidas por el inconsciente colectivo y son por tanto
comunes a toda la humanidad, pero existen otras que son
exclusivamente interpretadas como tal por el sujeto que las vive.
También
podemos tenerlas después de haber visto una película de miedo, o
haber hablado de algún suceso macabro durante el día, pero las que
mas nos afectan son las que surgen de nuestra psique mas profunda.
Nuestros miedos mas escondidos.
Sin
olvidar que también algunos comportamientos físicos pueden
provocarnos pesadillas. Cuando cenamos copiosamente y acto seguido
nos vamos a dormir durante el sueño la digestión se relentiza e
incluso llega a parar y eso nos perturba la calidad del sueño.
Causas
mas frecuentes de pesadillas:
Físicas;
-mala
digestión
-tomar
alcohol en exceso o drogas
-estar
en desintoxicación ( por el efecto rebote)
Psicológicas
superficiales;
-ver
películas o imágenes de miedo
-hablar
sobre un hecho angustioso durante la jornada.
Psicológicas
profundas;
-traumas
o angustias no superadas
-sentirse
bajo una presión: vampiros psíquicos, chantajes emocionales.
Situaciones
puntuales de estrés;
-mudanzas
-duelo
por la muerte de un ser querido
-exámenes
-toma
de decisiones
-tener
que hablar delante de un auditorio
-haber
sido víctima de una agresión
-cambios
en general...
Al
contrario del terror nocturno, la pesadilla si tiene una historia en
el sueño, un argumento, suceden durante la fase de sueño paradójico
llamada REM, donde la respuesta motora del cuerpo está paralizada,
de ahí el gran esfuerzo que hace el organismo para, de alguna forma,
reaccionar ante esa angustia, ya que el cerebro está emitiendo por
las neuronas información de que está pasando algo terrible a todas
las partes del cuerpo necesarias para su protección; se segrega la
adrenalina, el pulso se acelera, se suda, se tensan los músculos, se
respira muy rápidamente e incluso se llega a intentar gritar o gemir
durante la pesadilla, pero no podemos hacer mas, ya que la paresia (
inmovilidad muscular) del sueño nos lo impide.
Si
esa respuesta del cuerpo es muy intensa nos despertaremos al instante
con todas las sensaciones físicas a flor de piel y estaremos
despistados durante unos momentos tras los cuales nos recuperaremos
poco a poco.
Puede
suceder que se tengan etapas de continuas pesadillas, ante eso hay
tres caminos a seguir;
No
duermes por miedo a la pesadilla, lo cual no arregla nada y encima te
cansa física y psíquicamente.
Vas
al médico y terminas haciéndote dependiente de las pastillas para
dormir, esto tampoco arregla nada porque el día que dejes de tomar
las pastillas tendrás que enfrentar dos problemas; las causas por
las cuales tenías las pesadillas y el efecto rebote de las
pastillas.,
O
la tercera vía; indagar esta causa y afrontarla. Suele ser el camino
menos sencillo pero sin duda es el mas efectivo.
Los
guiones mas comunes de pesadillas, según un estudio realizado en
norteamérica por el doctor Keith Hearne son;
-ver
en el sueño como otra persona, familiar o extraña, es víctima de
violencia.
-ser
atacado uno mismo
-intentar
huir, escapar de algo o de alguien
-sentir
una amenaza
-intentar
llegar a un lugar a tiempo y no poder
-asfixia
-parálisis.
En
estos casos se ha de interpretar el simbolismo de la pesadilla de
acuerdo con la vida del soñante. Puede ser que ese monstruo que
respira en la oscuridad y nos acecha tenga mucho “parecido” a ese
encargado de la fábrica que nos controla.
Podemos
interactuar en nuestras pesadillas con los sueños lúcidos, aunque
para eso se necesita un autocontrol y dominar la técnica del
ensueño.
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