lunes, 7 de septiembre de 2015

TERROR NOCTURNO, QUE ES Y COMO AFRONTARLO.

Los llamados terrores nocturnos son episodios de agitación con sensación de miedo que se presentan, por lo general, durante el primer ciclo de sueño, en la fase 4, justo antes de que entremos en la fase REM de sueño paradójico. Cuando se presenta el terror nocturno estamos profundamente dormidos, pero no tanto como lo estamos en la última fase del ciclo de sueño. Son repentinos y muy intensos, pero también desaparecen pronto puesto que no hay una historia onírica detrás, es decir; no surgen de ningún sueño previo.

Pueden ser residuos de un estado de ansiedad acumulado que nuestro cerebro libera en las horas nocturnas de relajación para así, de este modo, rebajar la tensión. Por eso se presentan en las primeras horas de sueño que es cuando nuestro cerebro elabora un repaso de los acontecimientos del día y de sus emociones.
Aparentemente no existe una causa, o al menos no se conoce o no se ve, son repetitivos porque la ansiedad de la persona es también repetida por situaciones concretas que se dan en su vida.
Durante un episodio de terror nocturno, la persona se despierta sudando, con mucha agitación, llora, grita e incluso puede llegar a tener una reacción agresiva hacia los demás o hacia ella misma. Esto ocurre raras veces, pero en el caso de los niños, grandes propensos a padecer terrores nocturnos, es frecuente que la misma agitación les haga dar patadas o manotazos en el aire como si se estuvieran defendiendo de una agresión.
Los niños sufren mas este fenómeno porque todavía no han madurado las respuestas ante las situaciones que les crean angustia en su vida ordinaria, o bien por su carácter no se atreven a rebelarse ante cosas o situaciones que les son impuestas y eso va acumulándose como una emoción contenida que al final encuentra en los episodios de terror nocturno una forma de manifestarse y, de ese modo, ser liberada.
Aquí me permito un inciso para los papas que ven como su hijo o hija de pronto parece querer volver hacia atrás en el tiempo y compartir la cama parental, a menudo presentándose con terrores nocturnos repetidos. Por favor papas, antes de pensar o decirle al niño que lo que le pasa es que está tomándoles el pelo con su actitud, que no le pasa nada y que va a ser castigado por ello, indagar con mucho tacto y cariño cual es la causa por la cual vuestro hijo presenta este trastorno del sueño. Sabiendo la causa y con un buen remedio sin duda se terminarán los terrores del niño.
Los adultos que sufren episodios de terrores nocturnos suelen ser personas muy angustiadas, que llegan a despertarse hasta cinco veces en la noche por cualquier cosa, y eso les provoca un gran cansancio y baja energía vital que les agrava su estado de angustia. Se sienten impotentes para hacer frente a su problema, y a la situación de fondo que es causa de la angustia le suman el cansancio de noches con sueño interrumpido.
Para terminar con los terrores nocturnos el adulto ha de acudir a un terapeuta, si es que no conoce la fuente de su angustia, y si la conoce pues reparar, sanar, esa parte de su vida que tanto le afecta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario