lunes, 17 de agosto de 2015

INCONSCIENTE COLECTIVO, LOS ARQUETIPOS.


Un arquetipo es un contenido del inconsciente colectivo, carente de forma definitoria, pero con un significado profundo común a todas las conciencias. Los arquetipos son hermanos de los instintos mas primarios del hombre y los usamos para poner un cierto orden en nuestras necesidades. Existen muchos arquetipos y muchos son compartidos sin excepción por todas las culturas humanas.


Cada uno de nosotros intercalamos varios arquetipos según nuestras vivencias y necesidades, de manera inconsciente. Si los reconocemos podemos entender el porqué de nuestra conducta porque ellos son una expresión clara de nuestro estado psico-emocional, de nuestro nivel de conciencia y nuestra madurez, ya que el poder de estas formas de pensamiento mundiales es muy grande.


PSIQUE:
  

 YO                      INCONSCIENTE                INCONSCIENTE

                                             PERSONAL                            COLECTIVO


 Mente                    subconsciente                         Herencia  psíquica
Consciente          Nuestras memorias               Contenidos Humanos
                                                                                  Comunes 

 
Inconsciente colectivo: Reconocimientos inmediatos de personas, lugares, símbolos, mitos. Experiencias creativas compartidas o religiosas, místicas, literarias, experiencias cercanas a la muerte...




Jung elaboró su teoría llamada proceso de individuación según la cual el hombre al desarrollar su psique hace presente en su vida al Ser Interno, que es nuestro centro de donde emanan las enseñanzas mas valiosas para nosotros, y nos ayuda a conformar nuestra personalidad.


Este proceso se lleva a cabo en el inconsciente de la psique del hombre, y puede ser que el hombre no sea nunca consciente de ello, no sepa de él, y puede ser que el hombre sea consciente y se conecten. Entonces el hombre se siente “acompañado de si mismo”, guiado por alguna esencia que viene de algún lugar “mas allá de la persona”. Y lo mas seguro es que venga en sueños a dar sus mensajes.


EL ARQUETIPO DE LA SOMBRA



Según Jung la sombra es nuestro lado oculto y oscuro de la personalidad.


Todos la tenemos, aunque nos esforcemos en ignorarla, no queremos saber lo que contiene, ni cuales son sus límites, quizás porque nosotros mismos tenemos miedo de nuestra sombra. ¿Y qué oculta la sombra?, oculta sentimientos e ideas que la persona considera censurables, desagradables, destructivos. Tenemos muy en cuenta la moral social y también lo que creemos que los demás esperan de nosotros.


A veces una pequeña parte de nuestra sombra sale a la superficie y nos sorprendemos, es cuando decimos “Yo no sabía que le odiaba tanto”, “No se como he podido hacerle esto...”, “Perdí el control”.



Lo normal es que negamos la posibilidad a nuestra sombra de manifestarse: “Yo nunca haría eso” decimos, pero lo que si hacemos es proyectarla en otros, dando a otras personas rasgos que rechazamos en nosotros.



No olvidemos que somos luz y sombra, una sostiene y da sentido a la otra, si descubrimos y exploramos nuestra sombra se nos revela nuestra auténtica naturaleza humana completa, y podemos comenzar el proceso siguiente; asimilarla e integrarla en nuestra vida. No nos rindamos ante el hechizo de nuestra sombra, si cedemos nuestro poder y nos entregamos a ella no nos superaremos, diremos: “Yo soy así..,no puedo evitarlo...,es mas fuerte que yo...,que me acepten como soy”. Hacerse consciente de la propia sombra es el primer paso hacia la realización del SER.


El mito del Hombre Lobo, el cine ha utilizado los arquetipos
 de la Sombra en innumerables ocasiones.


 

EL HOMBRE LOBO

El hombre lobo es un arquetipo de la sombra fascinante porque en ningún momento del proceso de su transformación pierde la consciencia humana, pero el poder de su instinto animal actúa dominándole y aflora su lado mas primitivo. Esa transformación puede ser voluntaria o involuntaria, digamos que el hombre es poseído por su sombra, aunque no la asimila, no la integra en su vida sino que lucha contra de ella, pues es consciente de todo el daño que causa a las víctimas. Tiene maldad, crueldad, astucia. En la antigüedad se usaba este mito para acusar a cualquiera por una disputa, proyectando de este modo la rabia de uno mismo sobre la víctima, en muchos pueblos se decía que tal vecino era el hombre lobo y se ajusticiaba irremediablemente ante el pánico de los habitantes. En realidad, la leyenda dice que un hombre lobo surge por diferentes razones, puede ser por brujería, que se le haya practicado un encantamiento, que sea por una maldición, porque otro hombre lobo le haya mordido o por su estirpe. También puede ser por:
  • ingerir “belladona” o “azote de lobos”
  • beber agua de lluvia encharcada donde hubiera bebido un hombre lobo
  • usar pieles de lobo como ropa
  • tener sexo con un hombre lobo
  • ser mordido por un hombre lobo
  • dormir desnudo a la luz de la luna llena
  • ser el séptimo hijo varón
  • no haber sido bautizado.

Para desencantar o matar al hombre lobo se le debe herir con algún instrumento de plata, la plata símbolo de la Luna, lo blanco, lo brillante, la luz de la mujer y su sabiduría frente a la impureza y brutalidad masculinas


Para desencantarlo se le llama tres veces por su nombre de bautismo, se le golpea tres veces en la frente o en la nuca o se hace que derrame tres gotas de su propia sangre. El número tres como símbolo de la trinidad, la unión de lo divino, el uno, con lo terreno,el dos, porque el fin del mito es integrarlo en la personalidad, no destruirlo, es por eso que el hombre lobo no muere, sino que al aceptarse como forma esencial de la sombra, deja de manifestarse.

Es el lado mas oscuro del animus, la parte animal e instintiva del ser humano, el acechador en la oscuridad del bosque, el cazador, el astuto devorador. Es la sombra del héroe, del guerrero que defiende territorio y conquista a la fuerza, es el macho alfa.


La sombra permanece en un misterio que nos atrae a la vez que la tememos, por eso es que de primeras la negamos en nosotros, de segundas la proyectamos hacia afuera de nosotros y al fin, si sabemos hacerlo, la interiorizamos dándole en nuestra psique el lugar que le corresponde.



Jung clasificó tres tipos de sombra, los dos primeros dan origen al tercero. Por un lado existe la sombra personal que se halla en el inconsciente personal de cada uno y por otro lado la sombra colectiva o arquetípica que se halla en el inconsciente colectivo. Ambos conforman la sombra particular de cada individuo.


Cuanto mas se aleje nuestro comportamiento de nuestro Ser Esencial, mas energía destinamos al arquetipo de la sombra, cuanto mas desconectados nos sintamos de nuestro aspecto de Luz mas cerca nos encontramos de nuestro aspecto de oscuridad y mas características negadas la poblarán por eso es importante saber mantenernos en equilibrio.

Cuanto mas nos esforcemos por esconder a la sombra mas grande se hace, no somos ángeles impolutos, somos seres humanos en proceso de transformación permanente y pretender aparentar la perfección en cualquier faceta de nuestra vida solo resalta la descompensación de la dualidad. En cierto sentido se puede afirmar que la sombra es aquello que fuimos pero quisiéramos olvidar, lo que negamos que somos y aquello en lo que jamás quisiéramos convertirnos. Contiene máscaras de personalidad que ya no utilizamos, recursos que no hemos desarrollado y también habilidades personales que no mostramos bien porque las reprimimos o porque hemos olvidado que las tenemos. A todo este contenido “positivo” de la sombra se le llama el oro de la sombra

La sombra se manifiesta de varias formas:

  • Mediante los sueños
  • Fantasías en vigilia
  • Mediante proyecciones sociales, culturales, artísticas, …
El protagonista del argumento de nuestra historia de sombra durante los sueños es siempre del mismo sexo que nosotros, si es que lo visualizamos como humano o humanoide, porque no siempre es así, a menudo se visualiza con formas no humanas, horribles monstruos o criaturas inquietantes que no poseen características humanas. De hecho, cuanto mas alejada del plano de la conciencia mas negada es la sombra y por lo tanto se manifestará en símbolos mas alejados de la persona. A medida que la sombra se acerque a la conciencia, mas humanizadas serán las imágenes usadas, incluso llegamos a utilizar la imagen de alguien conocido cuyas cualidades detestas.


Si hablamos de un colectivo, una cultura o civilización, e incluso un periodo de la historia moderna,vemos que han compartido una sombra común según el desarrollo de la conciencia colectiva adquirida. Así tenemos el origen de muchos mitos repletos de contenido oscuro y las sociedades han tenido que ir integrándolos poco a poco para poder avanzar como humanidad. Por citar dos ejemplos primero la Edad Media, una época especialmente sombría que dio lugar al nacimiento de dos grandes mitos que todavía persisten: el hombre lobo y los vampiros, aunque en sus inicios no se parecían a los de ahora pero es que la sombra se adapta al orden de los tiempos, digamos que sus símbolos mutan, aunque no en lo esencial, si en la forma. Y, sobretodo, la gran sombra del siglo X; la Santa Inquisición Católica, contenido destacado de la sombra de la Iglesia Católica que sembró el terror en buena parte de Europa.



EL VAMPIRO


El vampiro es la parte sombría del ánima pues atrae a sus víctimas virginales, las seduce y las devora o las convierte en parte de su corte, en cualquier caso dejan de ser las doncellas inocentes, es decir, se transforman en mujer verdadera.

El vampiro es un No Muerto, que no es lo mismo que estar vivo. Un No Muerto está atrapado entre el reino de los vivos y el reino de los muertos. Es un símbolo del puente entre ambos mundos y del consciente y el inconsciente del hombre. El vampiro acecha con sigilo y su meta es corromper a la doncella, sacrificar su pureza y que, con sangre por medio, esta se pueda convertir en mujer. De hecho el vampiro se alimenta de esa sangre para subsistir. La sombra del vampiro proyecta el temor y a la vez el deseo de la pérdida de la virginidad. Se quiere, pero se teme a la vez, de ahí su fama de seductores. Si se sucumbe a la sombra del vampiro el desenfreno sexual y la seducción sustituirán a la inocencia y dará lugar a un ánima sombría. En este caso podemos mencionar el mito de Lilith, la primera esposa de Adán en el paraíso, seductora, impulsiva, engañosa, oscura y sensual, que siempre manipula para conseguir sus deseos, abandonó a Adán porque no quería estar sometida a él en ningún aspecto y marchó en busca de su libertad. La vampiresa es uno de los mitos mas atrayentes del arte en general y del cine y la literatura, pintan sus labios de rojo como símbolo de la sangre que sacan a sus víctimas. En la antigua Grecia se creía que si una mujer que menstruaba se miraba en un espejo no vería su reflejo pues el espejo se empañaría, de ahí la leyenda de que los vampiros no tienen reflejo en los espejos y que son reconocibles por ello. También de allí surge la creencia de que los ajos repelen a los vampiros, puesto que en las fiestas de la diosa Démeter y su hija Perséfone se usaban los ajos como protección de las vírgenes durante los festejos. La mujer que menstrua es siempre vista como una posible víctima de su propia condición de mujer o como una amenazadora y poderosa Lilith, el hombre, en general, no ha asimilado el concepto de “mujer gestante, iniciadora de vida”.



También en la época Victoriana del Reino Unido, cuando la represión de las normas estrictas de una sociedad que se esforzaba en aparentar unos valores exageradamente castos y sublimes y lo que conseguía era precisamente alimentar de contenidos oscuros su propia sombra colectiva. Recordemos el caso sin ir mas lejos del famoso y enigmático Jack el destripador, asesino de prostitutas en el Londres victoriano, quien mantuvo en jaque a la policía con su astucia, se dijo que era muy posible, pero poco “probable” por desgracia, que tal vez era un miembro de la mismísima realeza británica, la cual debía ser emblema de conducta intachable. También por aquellas fechas surge en la literatura una novela que es el ejemplo perfecto para el estudio del arquetipo de la sombra, “El extraño caso del Dr Jekyll y Mr Hyde”, de Robert L. Stevenson ( 1886 ).



El arte en general se ha caracterizado por ser un vehículo perfecto para las proyecciones de las sombras colectivas ya que cuando en una cultura no se asume la propia sombra, esta se va llenando de contenido y necesita ser proyectada, exteriorizada para que deje de ser reprimida. De ahí la importancia de la transgresión artística, de saltarse las normas y mover las conciencias. Muchos pintores de renombre a lo largo de la historia han tenido una doble producción de su obra, la correcta, la que les encargaban para “quedar bien” y les permitía subsistir y la que hacían para satisfacer una petición interna de expresión que, no siempre, era del agrado de los que mandaban. Por ejemplo Velazquez se pintó a si mismo,mejor dicho, se pintó en Sombra, apareciendo en el fondo de Las Meninas, casi como un espectro, y dio tanto protagonismo a las infantas como a los seres “inferiores” que les acompañaban. Quiso de este modo captar la sombra de la realeza española de aquel momento.



Solo lo imperfecto hace que sintamos deseos de superación, es pues la imperfección la que sostiene la aventura de la Humanidad.

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