Por
increíble que parezca, si bien se sabe bastante sobre lo que ocurre
biológica y neurológicamente mientras dormimos, la verdadera
naturaleza de esta interrogante es aún un misterio; no se sabe con
exactitud por que dormimos y soñamos. Necesitamos dormir para
digerir y procesar las actividades realizadas durante el día;
durante la noche descansamos nuestra mente y reparamos el cuerpo, a
través de este descanso prolongado.
En experimentos controlados, se ha visto que si se impide a un grupo de personas dormir, los síntomas que se presentan van desde una disminución en los niveles de alerta, hasta una total confusión mental si la privación de sueño se sostiene en el tiempo. En Neurología se dice que el cerebro nunca duerme, y aunque la ciencia no nos explica donde va la mente cuando se duerme, lo que si nos asegura es que soñar tiene una gran importancia para el desarrollo de la especie humana.
En experimentos controlados, se ha visto que si se impide a un grupo de personas dormir, los síntomas que se presentan van desde una disminución en los niveles de alerta, hasta una total confusión mental si la privación de sueño se sostiene en el tiempo. En Neurología se dice que el cerebro nunca duerme, y aunque la ciencia no nos explica donde va la mente cuando se duerme, lo que si nos asegura es que soñar tiene una gran importancia para el desarrollo de la especie humana.
Todo
aquello que aprendemos durante el día, lo procesamos durante el
sueño pudiendo resolver problemas cotidianos. Por eso la ciencia
aconseja dormir lo suficiente, porque es fuente de salud y de
creatividad. Los humanos nos llevamos literalmente nuestros problemas
a la cama y, según unas investigaciones científicas, se ha
comprobado que durante las cuatro primeras horas nos dedicamos a la
resolución de dichos problemas.
La
clásica frase de; “Este asunto lo consultaré con mi almohada”,
es literalmente cierta.
Thomas
Alva Edyson
|
El
famoso inventor Edison utilizaba el sueño para la consecución de
sus inventos, a cualquier hora del día se acostaba y por el sueño
veía la resolución de sus asuntos.
Lo
que sucede es que nuestro cerebro durante el sueño codifica los
datos del problema, remueve el archivo de la memoria y todos los
conocimientos que permanecían en el fondo de nuestra mente y que nos
puedan ser útiles para resolver el problema.
Una
conciencia limpia, sin angustias, nos permite disfrutar de un buen
sueño. Cuando alguien dice; “Yo duermo muy bien porque tengo la
conciencia tranquila”, está reconociendo que no acumula tensión
en su día a día. Muchas veces esto no es posible. Todos almacenamos
rencores, traumas y amarguras, como el niño que rompe un objeto
valioso sin conocer el excesivo coste del mismo y por ello le pegan
una paliza. El niño no podrá asimilar este hecho y guardará ese
rencor y el daño en su interior, en lo mas profundo de su ser, y
cada vez que la vida le trate injustamente acumulará mas y mas
resentimiento hacia los que son mas poderosos que él.
Un
modo muy útil de descargar nuestra conciencia de estos contenidos
dolorosos es soñando, ya que al remover el archivo de la memoria de
la mente surgen a flote antiguas heridas del alma, sentimientos,
traumas que quedan plasmados en el sueño, por analogía con sucesos
mas recientes.
No
siempre lo soñado a de reflejar sucesos traumáticos, también
ocurre con situaciones felices.
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