En
la Biblia podemos encontrar más de 1800 referencias a sueños y
visiones. Muchos sucesos fundamentales acaecidos para el cristianismo
desde las andanzas del pueblo de Israel , en el antiguo testamento,
hasta la llegada de Jesucristo en el nuevo testamento, han estado
relacionados con los sueños. En la Biblia, las ensoñaciones o
visiones son una de las vías más frecuentes a través de las cuales
Dios se comunica personalmente o a través de emisarios o ángeles
con los hombres. Por tanto los hebreos pensaban que los sueños era
el medio elegido por Dios para expresar su voluntad. A continuación
lo veremos reflejado en dos de los pasajes más conocidos.
En
el libro del Génesis se relata como Jose el hebreo, hijo de Jacob,
tenía la facultad de interpretar los sueños. A través de esta
destreza, pudo predecir que sus hermanos lo venderían como esclavo
en Egipto. Una serie de desdichas hicieron que fuera a parar a la
cárcel donde orientó a sus compañeros de celda interpretando sus
sueños. Esto llegó a oídos del faraón y lo hizo llamar a palacio,
ya que por esa época había tenido un inquietante sueño:
“...estaba
a la orilla de un río y vi que del río subían siete vacas de
gruesas carnes y hermosa apariencia, que pacían en el prado, y otras
siete vacas subían después de ellas, flacas y de muy fea traza, tan
extenuadas, que no he visto otras semejantes en toda la tierra de
Egipto en fealdad; las vacas flacas y feas devoraban a las primeras
vacas gruesas y yo desperté; vi también soñando que siete espigas
subían en una misma caña, llenas y hermosas, y que otras siete
espigas menudas y marchitas, abatidas subían después de ellas, y
las espigas menudas devoraban a las siete espigas hermosas”.
Según
la interpretación de Jose, vendría una época de siete años de
abundancia a Egipto, seguidos de siete años de hambruna, por lo que
aconsejó al faraón que guardara provisiones en los graneros en las
épocas de buenas cosechas, estando así prevenido para los siete
años de escasez. El faraón quedó tan agradecido a Jose, que le
nombró gobernador de Egipto.
Uno
de los sueños mas bellos, en mi opinión, de los que se explican en
la Biblia es el que tuvo Jacob, durante su huida de la casa paterna
por amenazas de su hermano Esaú., ya que Jacob había sido bendecido
por su padre como hijo predilecto. El párrafo es tan bello que lo he
copiado textual, y dice así;
Dios
se aparece a Jacob en Bet-el
Salió,
pues, Jacob de Beerseba, y fue a Harán. Y llegó a un cierto lugar,
y durmió allí, porque ya el sol se había puesto, y tomó de las
piedras de aquel paraje y puso a su cabecera y se acostó en aquel
lugar.
Y
soñó; y he aquí una escalera que estaba apoyada en la tierra, y su
extremo tocaba el cielo, y he aquí que ángeles de Dios que subían
y descendían por ella. Y he aquí Jehová estaba en lo alto de ella,
el cual dijo; Yo soy Jehová, el dios de Abraham tu padre, y el dios
de Isaac; la tierra en la que estás acostado te la daré a ti y a tu
descendencia como el polvo de la tierra, y te extenderás al
occidente, al oriente, al norte y al sur, y todas las familias de la
tierra serán benditas en ti y en tu simiente.
He
aquí, yo estoy contigo y te guardaré por dondequiera que fueres y
volveré a traerte a esta tierra , porque no te dejaré hasta que
haya hecho lo que te he dicho.
Y
despertó Jacob de su sueño, y dijo: Ciertamente Jehová está en
este lugar y yo no lo sabía. Y tuvo miedo y dijo;¡Cuán terrible es
este lugar! No es otra cosa que casa de Dios y puerta del Cielo.
Y
se levantó Jacob por la mañana y tomó la piedra que había puesto
de cabecera y la alzó por señal, y derramó aceite encima de ella.
Y llamó el nombre de aquel lugar Bet-el, aunque Luz era el nombre de
la ciudad primero. E hizo Jacob voto, diciendo;Si fuere Dios conmigo
y me guardare
en
este viaje en que voy, y me diere pan para comer y vestido para
vestir, y si volviere en paz a casa de mi padre, Jehová será mi
dios; y de todo lo que me dieres, el diezmo apartaré para ti.”
El
islam;
En
las religiones pre-islámicas los sueños eran una herramienta para
vaticinar el futuro, y la interpretación de los sueños era una
ciencia afín a la religiosa. En los inicios del islamismo, su
profeta Mahoma se opuso sin embargo a la utilización de los sueños
con fines adivinatorios, en cambio se sirvió de estos para predicar
su doctrina.
El
Corán,libro sagrado de los musulmanes, está también directamente
relacionado con el mundo onírico, pues fue revelado a Mahoma a
través de los sueños. El profeta, a partir de los 40 años fue
visitado en numerosas ocasiones por el arcángel Gabriel, en
ocasiones mientras dormía y otras cuando se encontraba en trance. De
estas experiencias destaca la siguiente visión que tuvo en uno de
sus sueños iniciáticos:
“Estaba
montado sobre Buraq, un animal mitológico, que tenía cabeza de
mujer, cuerpo de de yegua, patas y cola de camello, sobre esta bestia
Mahoma ascendió al cielo, bajó a la tierra, ahí conoció los siete
cielos y los siete infiernos, ahí vio un gallo cuyas patas
descansaban sobre la tierra y su cabeza alcanzaba hasta el mismo
reino de dios. Pero, lo más importante fue el canto del gallo, que
repetía sacudiendo sus alas “no hay más dios que Allah”.
El
profeta acostumbraba a reunir a sus discípulos a primera hora del
día para interpretar los sueños que tuvieron la noche anterior. En
una de estas reuniones uno de sus discípulos tuvo una visión en la
que el mismo Allah los convocaba a orar. Desde ese momento, se
instituyó el “adhan” y hasta nuestros días el “muecín”,
que localizado en el minarete de las mezquitas continúa convocando a
la oración a los fieles de esta religión.
Los
musulmanes otorgaron una gran importancia a los sueños y
vislumbraron
la importancia de los arquetipos, idea desarrollada mucho tiempo
después por C. Gustav Jung . En el año 720, el destacado intérprete
Gabdorrhachaman, defendió la tesis de que todos los sueños son
proféticos, y deben de ser interpretados por; “personas con un
espíritu limpio, moral casta y la palabra de la Verdad”. De su
literatura onírica destaca también el Tabaqat al-Mu´abbirin, del
siglo XI,
considerado
el libro árabe de los sueños.
En
general, los sueños proféticos son una verdad incuestionable,
ampliamente documentada a lo largo del tiempo en todas las épocas y
culturas. Suelen ser sueños no muy comunes, que tienen un realismo y
fuerza que impresiona y queda para siempre grabado en nuestra mente
con todos sus detalles.
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