Este sueño pertenece a una serie de sueños tenidos en muy poco espacio de tiempo por una soñante anónima, la cual me pidió que los interpretara. En particular creo que éste es uno de los que yo califico de sueños terapéuticos a la par que iniciáticos, son mensajes del SER que nos llegan a través del inconsciente en las horas nocturnas para indicarnos mediante su simbología que estamos haciendo progresos en nuestro camino espiritual.
La rendición;
"Voy en un coche junto con mi hija, ella es la conductora, en la parte derecha del vehículo, donde sorpresivamente está situado el volante. Vamos por un camino que lleva a la costa, al mar, para llegar ha de girar hacia la izquierda y entonces chocamos levemente contra unos mojones que hay en medio del camino. Salimos del coche para ver que ha pasado y, no se como, creo que he empujado a mi hija y ésta cae por un borde alto, siento que ha caído en la arena pero me preocupo porque veo que se ha incado de rodillas. Siento un gran dolor al pensar que se puede haber hecho mucho daño, cuando voy a buscarla veo que tres chicas me la están sacando del agua, la siento en el coche y quiero llevarla a que la vea un médico, pero en ningún momento le miro las rodillas, no le veo las heridas."
El coche en los sueños es un símbolo del propio
devenir de la vida y de como nos movemos por ella. El volante en la
derecha significa que lleva el mando la parte masculina de uno ( analogía con
tu primer sueño), la mas activa. Usas a tu hija, pero el sueño es tuyo y
tu eres la protagonista. Caer de rodillas es símbolo de pedir perdón,
rendirse ante algo o ante alguien, y el baño en el mar es un modo de
limpieza espiritual. En el sueño tres "yoes" te ayudan en el proceso,
mientras tu te disocias de toda la escena, es decir, la contemplas como
desde afuera para permitirte precisamente experimentar y reconocer ese
gran dolor que te produce. A veces el perdón mas difícil de dar es a uno
mismo, y la rendición del alma es un gran acto de humildad para con uno
mismo.
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