domingo, 4 de octubre de 2015

HEMISFERIOS CEREBRALES

Nuestro cerebro consta de dos partes bien diferenciadas llamadas hemisferio derecho y hemisferio izquierdo. Cada uno de ellos cumple diferentes funciones, el hemisferio izquierdo, por ejemplo, es el que nos ayuda a procesar de una manera lógica todos los datos, todo el conocimiento que adquirimos, el lenguaje, etc...Es el que analiza todo lo que percibimos de una forma muy pragmática, está constantemente activado en nuestro estado de vigilia y gracias a él podemos ir sorteando las dificultades o los retos que se nos presentan en la vida.
El hemisferio derecho, en coordinación con la glándula pineal, nos permite establecer comunicación con nuestro Yo Superior, estando en vigilia, despiertos, pero sobretodo cuando hacemos algún tipo de meditación o rezo. Pero es cuando dormimos que nuestro hemisferio derecho toma el mando y se ocupa de procesar todo el simbolismo de los sueños y demás funciones que tienen que ver con el aspecto más intuitivo de nosotros.
Gracias al hemisferio derecho podemos movernos por el paisaje metafórico de los sueños, al despertar e intentar interpretar el sueño damos ese cargo a nuestro hemisferio cerebral izquierdo, el que analiza, y suele pasar que nos cuesta desarrollar la acción del sueño porque nuestra razón nos está poniendo trabas a lo que, por la noche, parecía tan real.
De todas formas, ambos hemisferios se complementan y es mejor que estén emitiendo ondas de manera equilibrada, pues nuestro éxito en la vida depende del buen uso de todas y cada una de nuestras capacidades.
A medida que le prestamos un mayor interés a nuestro hemisferio derecho y potenciamos sus cualidades, mejor recordamos nuestros sueños.
 
Hans Berger
Poco después de la primera guerra mundial un psiquiatra alemán, profesor de la Universidad de Viena, llamado Hans Berger (1873-1941), demostró con un aparato amplificador al que bautizó con el nombre de electroencefalógrafo que existía un potencial eléctrico ( oscilaciones de tensión eléctrica) en el cerebro humano. Los primeros tipos de frecuencia que se descubrieron fueron las “alpha” y las “thetas”.
Electroencelógrafo
Más tarde se completó la gama del registro del electroencefalógrafo. Cada tipo de onda se traduce en un estado psico-neuro-fisiológico diferente. El tipo de sustancias neuroquímicas y hormonas vertidas al flujo sanguíneo varía según el tipo de frecuencia.

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